La suculenta

Plantas suculentas o crasas (el latín suculentus, 'muy jugoso')


son aquellas en las que algún órgano o parte se ha modificado en una nueva especialización que permite el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en el resto de las plantas.

"Son partes con gran proporción de tejido parenquimático que puede almacenar grandes cantidades de agua." Esta adaptación les permite mantener reservas de agua durante períodos prolongados y sobrevivir en entornos áridos y secos que otras plantas encuentran inhabitables. Las partes suculentas son un tipo de órgano reservante, ya que sus reservas las independiza de un período de estrés predecible. El ejemplo más típico de suculencia es el de los tallos de los cactus del Nuevo Mundo, las euforbiáceas de África poseen la misma adaptación en sus tallos y comúnmente se las confunde con cactáceas. Ejemplos de hojas suculentas se encuentran en Aloe, Agave, y en las crasuláceas.

Las suculentas no están genéticamente relacionadas entre sí, sino que han desarrollado rasgos similares independientemente en un proceso de evolución convergente. La adaptación de las suculentas les permite colonizar entornos áridos o en los que la captación de agua es limitada, aquellos que reciben poca competencia por parte de otras especies vegetales y en los que los herbívoros son escasos. Para posibilitar la captación de la escasa humedad presente en el ambiente, muchas suculentas son pubescentes, es decir, presentan una superficie cubierta de pelillos que retienen el rocío matutino. Otras técnicas empleadas para maximizar la retención de la humedad son la reducción de la superficie en comparación con el volumen de la planta, con lo cual se limita el número de ramificaciones y la longitud de estas, así como el desarrollo de recubrimientos pruinosos en la superficie de hojas y tallos. Los cactus presentan las hojas modificadas como espinas y los tallos suculentos y fotosintéticos.

Hay miles de especies de suculentas, clasificadas en varias familias. La mayoría de estas plantas pertenecen a las aizoáceas, a las cactáceas, a las crasuláceas y a las euforbiáceas, con más de mil especies cada una.

ilustración a linia de suculentas

Cuidados

Sencillos, muy sencillos. Pero necesarios de conocer para hacerlo correctamente y ayudar a que nuestras plantas suculentas crezcan fuertes. Una manera genial de evitarles plagas, deformaciones o, incluso, la muerte (algo realmente complicado por el tipo de planta que son).

RIEGO: Poca agua

Recordando la procedencia de estas plantas es como mejor podemos darnos cuenta de que sus necesidades de agua son reducidas. Las plantas suculentas son capaces de absorber la humedad del ambiente y retenerla en sus hojas, tallos y raíces. Esta capacidad es la responsable de que, en muchas ocasiones, veamos este tipo de plantas suspendidas en el aire o en recipientes de cristal sin apenas ningún sustrato donde agarrarse. A pesar de la sorpresa, incluso así algunas suculentas son capaces de mantenerse hidratadas. Precisamente por eso, el exceso de riego puede ser letal para ellas. Durante los meses de frío, no necesitarán más de un riego cada quince días mientras que en los meses de calor podemos aumentar la pauta a un riego por semana.

ILUMICACIÓN: Poca luz

Aunque necesitan mucha luz, nunca someteremos a las suculentas al sol directo y mucho menos en verano. Sobre todo, porque para poder mantener una correcta hidratación necesitan poder guardar las reservas de agua y la exposición directa al sol las deshidrata. Este factor puede hacer que las hojas se tornen rojas y eso es un signo de que se están quemando. Si detectamos que la tonalidad de sus hojas palidece, es momento de buscarle una ubicación donde pueda recibir más luz.

DRENAJE: Fundamental

Que guarden bien el agua no significa que lleven bien estar encharcadas. Por eso mismo, es importante que las plantas suculentas tengan un buen drenaje que permita eliminar el exceso de agua. Así que… ¡olvida el plato de debajo! A menos que lo uses de manera meramente decorativa y escurras el agua sobrante tras el riego.

SUELO: sencillo

Tengamos en cuenta que crecen sobre roca, corteza de árbol y hasta en condiciones poco favorables. Por eso mismo, no necesitan un sustrato rico en minerales sino, más bien, un suelo pobre. Así que, para darle a nuestras plantas suculentas lo que necesitan, nada como plantearnos mezclar el sustrato con arena o con sustrato para cactus. Cuidados sencillas para unas plantas que, a pesar de su humildad, son de una belleza extraordinaria tanto en su estado habitual como en plena floración (porque sí ¡también tienen flores!).


Familias

Gracias a su gran variedad de familias y diversidad dentro de las mismas, la suculenta también es utilizada dentro del diseño de interiores, jardines verticales, terrarios y dentro de un arte japonés llamado kokedama.

Aizoaceae / Agavaceae / Apocynaceae / Asphodelaceae / Cactaceae / Crassulaceae / Didiereaceae / Euphorbiaceae


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